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llorada y carbajedo

Las setas de primavera

Las setas de primavera (Llorada)

Las setas de primavera (Llorada)

 

 

     ¿Cuántos Cabijeros fuisteis a setas alguna vez?.

     Voy a descubrir los secretos de esta seta llamada también “seta de San Jorge”. 

     Si queréis empezar a degustarla comenzar a preparar una de las recetas que he puesto aquí y que son varias formas de prepararla en el pueblo, pero allá quien., por mi parte os aconsejo, mejor expresado, os suplico que empecéis por aquí: a conocerla. Sin este requisito desconfiad siempre.

     Su nombre es Tricholoma Georgii, que aunque es un latinajo como pedantesco, ella no tiene la culpa y es importante llamarla así porque ese es su nombre aquí, en Francia, en Toronto y en Vladivostok.

     En nuestra tierra crece de mediados de Abril a Mayo, pero dependiendo de la climatología de cada año se puede adelantar o encontrarla cuando la estación está más avanzada. La podemos localizar en pastizales, lugares abiertos y bien expuestos. Donde crece se ve la hierba más fresca y en forma de círculo de un verde especial debido a que la hierba está afectada por el micelio del hongo (la seta sería el órgano reproductor del hongo que crece bajo tierra). Esta forma típica en círculos o radial recibe el nombre de “Corros de brujas” (hierba quemada por las brujas) que cada año se va abriendo más y desplazándose a línea en zigzag (en otros lugares se llama seta de la flecha, pero es menos conocido)

     Esta conocidísima seta de los lugareños de nuestra montaña también se la reconoce por el fuerte olor que despide a harina recién molida, pero si ha llovido el  día  que la cogemos o el anterior entonces habrá que acercarse un poco más o incluso alguien puede decir que él no lo aprecia.

     Tiene el sombrero con mucha “carne”blanca, de olor a harina fresca, redondeado, forma de campana no pronunciada y con prominencia central en los ejemplares jóvenes, luego se abre y se rasga de fuera a dentro. La superficie es lisa, pero puede tener alguna ondulación lateral. El color va del blanco, blanco-amarillento, blanco-grisáceo, al color avellana. La piel no se separa de la carne. Las laminillas de la parte de abajo del sombrero son blancas, apretadas, estrechas y son escotadas, es decir, van del extremo de la parte inferior del sombrero hacia el pie, al llegar cerca del pie hacen como una “U” invertida y luego van bajando hacia el pie por un diente pequeño. No se ven, pero entre las laminillas se forman las esporas que son los órganos que al caer en el suelo vuelven a comenzar el proceso de formar el entramado de micelio y nuevos órganos reproductores, por este motivo también es aconsejable no recoger las setas pequeñitas, a parte de que en este tamaño se parecen la mayoría. El pie es macizo, cilíndrico y también blancuzco.

     Total que hasta aquí se puede liar con muchas otras y además se puede confundir con la Amanita verna que es mortal y que también puede crecer en primavera, aunque si ya entendéis un poco sabréis que la Amanita tiene volva y anillo cosa que no tiene la de San Jorge y tampoco aquella huele a harina como ésta.

     El mejor consejo es que os paséis por una biblioteca y estudiéis un poco el tema y luego ir a buscarlas un año con alguien que las conozca de verdad y que sea incapaz de dar los remedios caseros de lo de la cuchara de hierro, de la babosa o perro que las come y otros falsos como estos que corren desde antaño.

     Ah, nunca deis una patada a una seta, siempre vendrá otra persona detrás que la quiera estudiar, admirar o recoger para comer si la conoce y procede.

     Simplemente: ¡Deliciosas!